En Europa, cada región posee sus propias características económicas y tecnológicas, que diferencian la investigación y el desarrollo (I+D) en función del nivel de inversión y del empleo de alto nivel tecnológico. Por ejemplo, en Euskal Herria, el 2,2 % del PIB se ha asignado a investigación y desarrollo en 2021, un índice muy similar a la media de la EU27 (2,3 %).
Zonas europeas como Bruselas (Bélgica) y Stuttgart (Alemania) destacan por sus altos empleos en I+D y tecnología. En Bruselas se invierte un 2,5 % en I+D, y el empleo en alta tecnología alcanza el 7 %, mientras que Stuttgart supera significativamente la media europea, con un 6,8 % de inversión en I+D y un 6,7 % de empleo en alta tecnología. La Alta Baviera alemana y la Isla de Francia francesa también son competitivas en empleos de alta tecnología, con un 8,2 % y un 9,4 %, respectivamente.
En Europa Oriental, Praga y Budapest destacan en puestos de alta tecnología. Praga posee una inversión en I+D del 2,8 % y el empleo tecnológico alcanza el 12,7 %. Las regiones escandinavas también presentan valores altos, como Estocolmo (11,1 %) y Helsinki (10,9 %).
La inversión de Euskal Herria en I+D, expresada en porcentaje del PIB, ha reducido su distancia respecto a la EU27 durante estas dos décadas.