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Los datos de los últimos años evidencian una tendencia ascendente en el índice de mortalidad en Euskal Herria, y pese a que la pandemia de COVID-19 causó un aumento aún más notable en 2020, en términos generales, esta tendencia previa ha persistido en 2022. La media de Euskal Herria fue de 10,7 por mil habitantes en 2022, y por territorios, las tasas más elevadas se observaron en Iparralde (15,4 ‰ en Baja Navarra, 14,3 ‰ en Zuberoa y 12,2 ‰ en Lapurdi) a causa del envejecimiento demográfico. En la UE27, también se ha observado un incremento en la tasa de mortalidad, pasando de 10,0 en 2000 a 11,6 en 2022, y esto puede atribuirse en gran parte al envejecimiento de la población y al incremento causado por la COVID-19. No obstante, existen tasas de mortalidad significativamente más elevadas en algunas regiones europeas, como en las regiones de Severozapaden en Bulgaria (22,6) y Sajonia-Anhalt en Alemania (17,2), donde demográficamente la populación está más envejecida.