No son indicadores perfectos, pero el Producto Interior Bruto (PIB) y otros tantos medidores nos dan la opción de conocer la situación de la economía de Euskal Herria, y sobre todo de comparar nuestra realidad con la de otros países. En el pasado año 2014, el PIB de Euskal Herria se situó en torno a los 31.900 euros por habitante en Paridad de Poder Adquisitivo. Se trata de la mejor cifra desde el año 2008, pero todavía está 900 euros por debajo de la correspondiente a aquel año. En otros países europeos, en cambio, para 2010-2011 ya se encontraban en cifras anteriores a 2008.
En comparación con la media de los integrantes de la Unión Europea, el PIB de Euskal Herria es alto, ya que se sitúa en los 26.600 euros por habitante en 2013, último dato disponible. Si lo comparamos con territorios con gran presencia industrial, la alemana Baden-Württemberg (36.800 euros) y la italiana Lombardía (35.700) se encuentran muy por encima de las demás regiones, pero Euskal Herria está mejor colocada, si tenemos en cuenta el PIB, respecto a Catalunya (29.400 euros) o la austriaca Steiermark (30.700).
Pese a todo, la evolución que experimentamos es preocupante. A pesar de que el PIB va hacia arriba, la industria pierde peso, y este es el sector que más riqueza aporta a una economía. Por poner un dato, el 35,3% del valor añadido de Baden-Württemberg procede de su industria.
La productividad del trabajo es otro indicador interesante de la economía. Mide la ganancia en euros que se saca a cada empleado al año. Ese índice puede crecer, por ejemplo, porque se introduce una máquina innovadora en un centro de trabajo y los asalariados trabajan más rápido. Pero si observamos el contexto de los años, nos percatamos de que el crecimiento de la productividad viene unido a la precariedad, por lo menos en lo que se refiere a los últimos años.
Dicho esto, el dato que nos ofrece la productividad del trabajo en Euskal Herria es muy llamativo: en 2014 ascendió a 79.100 euros de media por trabajador, mientras la media correspondiente a la Unión Europea se sitúa en los 62.600 euros para 2013, último dato disponible. En lo que respecta a este indicador, Euskal Herria está por encima de Francia, Finlandia y de la mayoría de estados europeos.
El crecimiento de la productividad del trabajo es un fenómeno generalizado en la UE en los últimos años. En Euskal Herria creció en un 31% desde 2002 a 2013 y en casi un 12% desde 2009 a 2013, en paralelo a la media comunitaria. Con todo, resulta llamativa la evolución que ha vivido este indicador año a año: en 2009, con la crisis castigando a la industria, hubo una sensible bajada de la productividad del trabajo en la Unión Europea. En el caso de Euskal Herria también descendió, pero mucho menos, lo que se podría interpretar como un indicador de la precariedad laboral.
Implantar innovación es una manera para que crezca la productividad, pero en el caso de Euskal Herria no hay duda: en los últimos años ha crecido a lomos de la precariedad. De hecho, el gasto en I+D presenta una trayectoria descendente, y ese es uno de los indicadores económicos más preocupantes.
En el año 2012 Euskal Herria dedicó un 2,07% de su PIB a la Investigación y el Desarrollo, la mejor cifra de todos los tiempos. Pero los datos más recientes, que corresponden a 2013, reflejan un descenso acusado, ya que se queda en el 1,99%. Alemania y Francia han mantenido su gasto en I+D, mientras en Finlandia ha descendido, pero sus cifras ya eran mejores a las de Euskal Herria anteriormente. Según la Estrategia Europa 2020, todos los países de la Unión deberán realizar un gasto en I+D similar al 3% de su PIB para dentro de cinco años. De ello se deduce que Euskal Herria se encuentra muy lejos de ese objetivo y que además va en retroceso.
El coordinador de Gaindegia Imanol Esnaola ha puesto sobre la mesa la evolución de los indicadores económicos en su intervención semanal en el programa Azpimarra de ETB1.