El principal proveedor de la industria de Nafarroa Garaia ha sido la industria de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa (consultar www.c-intereg.es). En la balanza comercial de Nafarroa Garaia un tercio de la facturación en importaciones ha llegado de los territorios vecinos.
Los últimos datos sobre comercio exterior apuntan un importante retroceso en las exportaciones en el caso de Nafarroa Garaia (-15%), un retroceso mucho menor en el resto de territorios. Este hecho tiene relación con la desindustrialización (fuga de empresas, principalmente de matriz extranjera) que vive Nafarroa Garaia tal y como apuntábamos la semana pasada desde Gaindegia ("Nafarroa Garaia sufre el abandono de una industria sin raíces locales" y "Un desarrollo territorialmente excluyente en Nafarroa ").
Sin embargo, partiendo del hecho primero, podemos deducir que si Nafarroa Garaia no exporta no compra suministros a la industria local, y por tanto perdemos todos. Con respecto al sector turístico en Nafarroa Garaia puede decirse algo parecido.
Este hecho nos lleva a constatar que el nuestro es un país donde existe una alta interdependencia territorial, por mucho que algunos se dediquen a pregonar la interdependencia global mientras critican la defensa de un marco socio-económico para el conjunto de Euskal Herria.
Si nuestros territorios son interdependientes, la estrategia a desarrollar no puede ser ajena a este hecho. Nos debemos preguntar si seremos capaces de reforzar las sinergias interterritoriales para aprovechar nuestras fortalezas.
No se trata de sentar en la misma mesa a agentes que se han negado insistentemente a ello, sino de plantear la forma de mantener el vínculo existente, y abrir nuevas vías para reforzarlo con quienes estuvieran interesados. Existen muchas opciones en dicho sentido si hay conciencia de su necesidad. Tal vez el problema resida en ello, en que no se evidencia la necesidad de la cooperación intervasca en cuestiones de tecnología, formación, investigación, networking empresarial… En una mesa redonda organizada por Gaindegia, donde estaban presentes empresarios de distintos territorios llegamos a la conclusión de que Shanghai estaba más cerca que Tafalla. Y eso, además de no ser cierto, significa negar la evidencia.
Dicho esto, la pregunta es la siguiente, ¿de qué manera podemos aprovechar los recursos y las sinergias existentes en nuestros territorios para fomentar la recuperación de la actividad económica?
Imanol Esnaola