Mientras escribo estas palabras, en la tertulia matutina de Radio Euskadi se dedican a lamentarse del desempleo en España. Una vez más la mirada en el extranjero teniendo el problema en casa.
La evolución del paro en Euskal Herria nos ha puesto en poco tiempo en la cola, junto a los países con mayor desempleo. Aun habiendo grandes deferencias de un territorio a otro, atendiendo a las características de nuestra economía y nuestra sociedad podemos deducir que el desempleo continuara en aumento. También podemos deducir que las iniciativas empresariales y económicas no serán capaces de absorber un grupo tan numeroso de personas en desempleo.
No parece que los recursos dispuestos por las estructuras públicas en Euskal Herria para la formación y la protección social puedan ser capaces de mantener la cohesión social y facilitar el acceso a empleos de calidad mediante la formación, resulta que son estructuras creadas para otra realidad muy diferente a esta.
Ante esta situación llama poderosamente la atención la falta de un acuerdo estratégico (y presupuestario) para garantizar la protección social y la incorporación de los desempleados al mercado de trabajo en condiciones. Es preciso que lleguemos a una movilización mayúscula de personas, recursos y financiación, un plan “Jaiki Euskal Herria”, que implique a territorios y sectores. Sólo de esta manera será posible una respuesta a la altura de las circunstancias.
Una apuesta de este tipo precisa de acuerdos de carácter nacional, tanto para dar respuesta a los problemas inmediatos como para generar nuevas situaciones en un plazo medio. Para este viaje, el liderazgo de los partidos políticos no es suficiente. Se trata de reforzar los recursos económicos, las infraestructuras, la formación y la capacitación y movilizar a la sociedad… Están en juego nuestro modelo de país y nuestro futuro. ¿Acaso las restricciones de Madrid y Paris nos van a impedir el desarrollo de nuestra sociedad y nuestra economía?
Imanol Esnaola.
