Durante el año 2009 en Euskal Herria se emitió un 3,5% menos de dióxido de carbono respecto al año anterior. Tras un considerable aumento de las emisiones en el primer quinquenio del milenio, se confirma así que por cuarto año consecutivo las emisiones de CO2 han descendido. Según datos del año 2009, en Euskal Herria se emitieron alrededor de 31.300 mil toneladas metricas de CO2.
Si medimos las emisiones per capita, cada habitante emitió 10,1 toneladas a lo largo del 2009. El descenso de emisiones en los últimos cuatro años es mayor en proporción a la población gracias al constante aumento de población. Por territorios administrativos, son los habitantes de Nafarroa Garaia quienes más contaminan, llegando a emitir 12,7 toneladas por habitante en el año 2009. En el caso de Iparralde, se estima que se emitieron durante el mismo periodo 5,8 toneladas por habitante. El caracter industrial de la economía vasca, las emisiones derivadas del transporte y la alta movilidad de los habitantes de Euskal Herria son algunos de los principales factores que explican el alto nivel de emisión de gases contaminantes.
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Si bien las emisiones evolucionan a la baja, Euskal Herria se sitúa por encima de las 7,5 toneladas per capita de la Europa de los 27 en 2009 y 8,2 toneladas en 2008. Las emisiones por habitante en nuestro territorio se asemejan a la de los estados miembros de la OCDE (2008), tras una tendencia invertida a estos tras el año 2000. Asimismo, Euskal Herria emite proporcionalmente a la población cantidades algo mayores de CO2 que Alemania.
Según datos del Banco Mundial, en el año 2008 se emitieron en el mundo 4,8 toneladas de gases de efecto invernadero per capita. Los datos divergen considerablemente de un lugar a otro, como podemos comprobar en la siguiente tabla.
La Unión Europea se comprometió a disminuir sus emisiones en un 8% durante el periodo 2008-2012 dentro de los compromisos adoptados en el seno del Protocolo de Kioto (1997), y que finalmente, entró en vigor en Febrero de 2005, pero el reparto de los objetivos entre los estados de la Unión fue desigual en base a diferentes variables económicas y medioambientales. Así pues, Euskal Herria se encuentra dividida entre los compromisos adoptados por Francia y España, pero irremediablemente tendrá que disminuir sus emisiones de CO2 y construir un pueblo más sostenible para generaciones futuras.
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