La dinámica de movilizaciones también en crisis en Ipar Euskal Herria

Pese a que razones no les faltaban, los sindicatos, en 2011, no han llegado a plasmar sus reivindicaciones en la calle, ni en Ipar Euskal Herria, ni en el estado francés. Se han convocado diferentes actos para mostrar el desacuerdo y el enfado con el gobierno, sobre todo en relación con el plan de recortes de trabajadores de la función pública en el sector de la educación, pero no han sido, en ningún caso, actos multitudinarios.

Los sindicatos han expuesto sus reivindicaciones, recurrentemente, a través de concentraciones y comunicados realizados con motivo de las reuniones celebradas en la Delegación de Educación de Pau para analizar el mapa escolar del próximo curso. El plan gubernamental pretendía, siguiendo la línea de los últimos años, amortizar las plazas vacantes dejadas por el profesorado, personal administrativo y funcionario que llega a la jubilación.

El plan prevé la desaparición de 14.000 puestos de trabajo en 2012, para una reducción global acumulada de los recursos humanos en la educación pública de 80.000 efectivos desde 2007. Mientras tanto, el número de estudiantes ha crecido ininterrumpidamente en ese periodo.

La endémica falta de datos específicos hace imposible poder determinar el efecto de los recortes en Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa. Disponemos únicamente de algunos datos sueltos recientemente publicados sobre el departamento de los Pirineos Atlánticos que indican que se han amortizado 29 puestos de trabajo en educación infantil y primaria, mientras aumentaban los ratios por aula.

Baiona comenzó el curso con una importante movilización en la calle. Fue, concretamente, el 27 de septiembre, cuando se manifestaron en la capital labortana unas 1.200 personas bajo el lema Hezkuntza erasotua, sarraskitua (La educación atacada, cercenada), erigiéndose así en la jornada de protesta más multitudinaria. Aprovechando que el gobierno estaba en pleno proceso de formalización de los presupuestos, los sindicatos FSU, UNSA, SGEN-CFDT, FERC-CGT y LAB y la asociación de padres y madres FCPE convocaron una jornada de huelga y movilizaciones. Una jornada en la que coincidieron, como hacia tiempo que no sucedía, con los sindicatos de la educación privada y las escuelas cristianas (SPELC).

La federación de ikastolas Seaska también mostraba su preocupación dado que, pese a que estos últimos años la única red educativa que asegura un modelo de inmersión lingüística en euskera ha conocido un importante crecimiento del número de alumnos, la reducción del número de profesores a realizar en el marco del convenio con el Estado pone en serio peligro la posibilidad de ofrecer una educación de calidad. El 30 de abril la federación realizó una manifestación multitudinaria para exponer firmemente su honda preocupación al Ministerio de Educación. Además de los profesores y los padres y madres de todas las ikastolas, también participaron exalumnos en la manifestación de Baiona bajo el lema «Kaxu! Ikastola kexu» (Alerta, las Ikastolas están molestas).

A pesar de las reivindicaciones y movilizaciones efectuadas, el Ministerio aprobó una ayuda a Seaska de únicamente 4,25 plazas docentes, una cantidad claramente insuficiente para hacer frente a la tendencia al alza del número de alumnos, puesto que en el curso 2011-12 se incorporaron 2.856 alumnos en total (150 alumnos más que en el curso anterior) a la enseñanza en euskera. Seaska se ha visto, por lo tanto, en la tesitura de tener que hacer frente en solitario al coste total de 18 profesores para poder hacer frente a esa demanda.

Resignación en la clase trabajadora

Los sindicatos, por su parte, no han conseguido movilizar a la gente para protestar por la crisis económico-financiera. Algunos sindicatos (CGT, FSU, Solidaires y UNSA) llamaron a la huelga el 11 de octubre para protestar contra la política de recortes sociales. No se sumó a la huelga el sindicato CFDT, uno de los mayoritarios en Ipar Euskal Herria, aunque sí lo hizo a la manifestación que apenas logró reunir a 1.600 personas en Baiona. El sindicato LAB no se sumó a ninguna de las dos convocatorias. El sindicato abertzale considera que ha de superarse el modelo de movilizaciones aisladas y se debe crear un movimiento social capar de hacer frente a la situación continua y consistentemente.

Pese a que la situación se recrudece por momentos, parece haberse extendido un cierto sentimiento de resignación, claramente visible en la ciudadanía de Ipar Euskal Herria y de todo el Estado. El 2010 fue un año paradigmático de protestas contra la reforma de la jubilación propugnada por el Gobierno. Un año en el que todos los sindicatos, unidos, llenaron las calles a rebosar en una serie de movilizaciones multitudinarias nunca conocidas hasta entonces. Pero Nicolás Sarkozy no dio su brazo a torcer. Ello supuso un duro golpe psicológico que puede haber sido, a buen seguro, una de las causas de la poca repercusión de la dinámica de movilizaciones de 2011.

Arantxa Manterola, GARA.