Cristina Berechet
Economista, Jefe de Investigación del Think Tank Civismo
Según la Comisión Europea, la especialización inteligente trata de promover la capacidad innovadora de las regiones y la concentración de los recursos humanos y financieros en unas pocas áreas en las que las regiones detectan tener ventajas competitivas. A lo largo de las últimas décadas muchas regiones europeas y españolas han estado emprendiendo estrategias de diversificación e innovación, incluso de especialización inteligente antes de que la Comisión Europea apostara por este tipo de estrategias para fomentar el crecimiento.
En el caso de Navarra se puede decir que la diversificación de la estructura productiva ha sido iniciada por la Diputación Foral en 1964 a través del Plan de Promoción Industrial de Navarra que ha permitido el paso de una economía agrícola a un espacio industrial avanzado tecnológicamente.
Leer el examen para el caso de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa realizado por el profesor Mikel Navarro.
En los años ’90, la importante demanda de energía eléctrica proveniente del sector metal-mecánico y de la fabricación de automóviles (“demand pull innovation”), una estrecha relación empresa-administración así como un gobierno con recursos y competencias propias hizo posible el desarrollo de las energías renovables en la Comunidad Foral. El Gobierno de Navarra ha optado por la energía eólica como un medio para reducir su dependencia energética. En 1989, crea EHN y la fabricación de aerogeneradores se inicia con Gamesa Eólica. Entre 1995 y 2000, se produce una explosión de la actividad de las energías renovables, especialmente de la eólica, como consecuencia del Plan Energético de Navarra 1995-2000.
Tras un importante periodo de desarrollo industrial, en los años ’90 empieza en Navarra también una política pública de fomento de la investigación. En 1990 se aprueba en Navarra el primer Plan Regional de Investigación (PRI) cuyas áreas principales de interés giraban en torno a la sanidad, agricultura y los recursos humanos así como en la mejora de la productividad.
A partir del año 2000, la administración foral viene impulsando la innovación a través de los planes tecnológicos. Uno de los objetivos del primer plan (2000-2003) fue la generalización de las actividades de I+D+i en el mayor número posible de empresas, a la vez que sentaba las bases de una infraestructura tecnológica. El segundo Plan (2004-2007) tenía como objetivo afianzar las actividades de I+D+i y fomentar la cooperación. La actividad del plan se agrupaba en cuatro áreas: Innovación y conocimiento, sociedad de la información (TICs, micro y nano-componentes), desarrollo sostenible (energías limpias, eficiencia energética) y calidad de vida (tecnologías médicas farmacéuticas y agroalimentarias); áreas estratégicas que siguen guardando muchas similitudes con las áreas de interés definidas hace una década en el PRI.
Una de las estrategias de especialización iniciada en el marco del II Plan Tecnológico ha sido la Estrategia Bionavarra. Su misión es situar a Navarra como una “bioregión” reconocida por el desarrollo de una actividad en ciencias de la vida que, a partir de la investigación permita crear un sector biotecnológico propio y reforzar la competitividad del tejido empresarial existente. Las líneas en las que se ha detectado mayor oportunidad de ser competitivo a nivel internacional han sido: microorganismos y enzimas para biomasa y biocombustibles y mejora de cultivos energéticos.
El Tercer Plan Tecnológico (2008-2011) fue diseñado para propiciar una I+D+i más radical y de mayor intensidad entre los actores experimentados a través de un mayor fomento de la cooperación en I+D+i entre los diversos agentes, tanto en el ámbito regional como en el nacional y en el internacional. El tercer plan define de especial interés estratégico para Navarra los siguientes actividades económicas: biotecnología, tecnologías de la información, nanotecnología, servicios a las empresas y formación especializada que actuarían de forma horizontal sobre los siguientes sectores estratégicos: automoción, maquinaria, energías renovables, ciencias de la vida, agroindustria y transporte y logística.
Es a partir de este punto cuando claramente la Comunidad Foral reconoce las ventajas de las estrategias de especialización inteligente: ser una región puntera a nivel internacional en sectores como la biotecnología o la nanotecnología es un objetivo demasiado lejano; mientras que aplicar estas tecnologías en sectores maduros o estratégicos para Navarra generaría sinergias entre los sectores que conforman el tejido empresarial originando ventajas competitivas.
Con el Plan Moderna (Plan Estratégico Regional) se establecen los cementos de una nueva estrategia regional. El plan Navarra apuesta por tres grandes ejes económicos: la economía de la salud, la economía verde y la economía del talento. La economía de la salud se basa en el desarrollo de los equipamientos medicales, los servicios de salud y la biomedicina. La economía verde se centra en la industria agro-alimentaria, las energías renovables, la construcción y el turismo sostenible, y el medio ambiente y los residuos. Por último, la economía del talento se traduce en áreas como la mecatrónica, educación y servicios empresariales.
Por tanto, se puede decir que la diversificación de una región como Navarra se ha realizado en torno a sectores estratégicos en los que Navarra ha mantenido cierta ventaja competitiva a lo largo de los años como la economía de la salud y la industria farmacéutica, las energías renovables o la automoción, agroindustria, etc. Si en el caso de las energías renovables el gobierno ha jugado un papel clave en impulsar el desarrollo de dichas tecnologías, el espectacular avance del sector no hubiera sido posible sin una buena colaboración empresa-administración. Por ello, es importante que los planes estratégicos se desarrollen con la ayuda del tejido empresarial de modo que este último tenga un mayor protagonismo en la formulación de la estrategia.
No obstante para alcanzar los objetivos del Plan Moderna es necesario lograr transformar los sectores estratégicos/ tradicionales de Navarra a través de las TICs, Bio y nano-tecnologías, o incluso dar un paso más y desarrollar innovaciones en tecnologías de uso genérico ya que las bases de apoyo tecnológico están creadas.