La respuesta del Gobierno español al litigio sobre la asistencia sanitaria entre la Comunidad Autonóma de la Rioja y Nafarroa Garaia, así como con la CAV nos aporta algunas pistas sobre lo que sería conveniente hacer en Euskal Herria.
En pocas palabras, el Partido Popular, desde sus responsabilidades en la gestión del Gobierno Central ha decidido que esta cuestión ha de resolverse asegurando la cohesión entre territorios y comunidades. No deja de ser una medida armonizadora más, pero muy significativa en los tiempos que corren. Apostar por un servicio de asistencia sanitaria donde no haya discriminación por origen significa, ante todo, que el EBRO no se convierta en una barrera mayor de lo que ya es, y aleje el sentimiento soberanista o diferencial de los vecinos vascos de la muga. Significa apostar por la convivencia asimiladora y desterrar el segregacionismo.
Imaginemos que las instituciones y todo tipo de entidades con raíces en Euskal Herria apuestan por facilitar que personas u organizaciones tengan las mismas facilidades de acceso y participación en sus actividades, por lo menos en la medida que lo pueden hacer los vecinos de la Rioja. Hoy en día resulta impensable que un alumno euskaldun de Lapurdi se pueda beneficiar de las ayudas del Gobierno Vasco para estudiar en la UPV/EHU. Sucede lo mismo para los emprendedores que buscan socios, para los productores con label que buscan mercados, para quienes buscan una entidad financiera que dirija al país sus recursos… No se trata sólo de eliminar barreras, también se trata de que un ciudadano u organización de Euskal Herria tenga las puertas abiertas en cualquier territorio vasco. Que cada uno reflexione sobre cómo lo puede ir haciendo. Como en el Reino de España.
Imanol Esnaola