La flota cae en más de un tercio, aunque mantiene las capturas
El sector pesquero vasco tiene hoy en día poca fuerza, comparado con la que tuvo en su momento, sin embargo conserva profundas raíces entre nosotros y todavía ejerce una importante fuerza tractora. Según los datos recogidos por Gaindegia (datados en 2013 para Hego Euskal Herria y en 2012 para Ipar Euskal Herria) nuestra flota pesquera dispone de 363 embarcaciones. De ellas, 93 faenan desde puertos de Gipuzkoa, 125 desde puertos de Bizkaia, 142 desde Lapurdi y 3 desde otros lugares. La mayor parte de la flota se dedica a la pesca de bajura, concretamente 269 embarcaciones. Los puertos con mayor número de amarres son Bermeo, con 59, seguido de Hondarribia con 29 y Getaria y Ondarroa que disponen de 24 embarcaciones cada uno. Todas las embarcaciones de Lapurdi se concentran en Ziburu/Donibane-Lohitzun.
Si tenemos en cuenta la evolución sufrida por la flota, en el periodo comprendido entre los años 2002 y 2012 el descenso experimentado ha sido del 37%, si bien el declive se inició con anterioridad. El número de arrantzales también ha descendido sensiblemente en el periodo, aunque la proporción del descenso no ha sido tan grande como el de la flota. En la actualidad, según datos de 2011 y 2012, son un total de 3.051 los arrantzales que faenan en la flota vasca.
Pese a que la flota y los empleos han descendido, no lo han hecho de igual modo las capturas. En ese sentido, con una flota menor hoy en día se recoge un mayor volumen de pesca. Por dar un dato, durante el año 2013 se pusieron a subasta en los puertos vascos 24.879 toneladas de peces. No es la mayor cifra de los últimos años, pero se encuentra a la par de la obtenida en el año 1992, aunque la flota se ha reducido notablemente desde esa fecha. En cambio la evolución del precio de las capturas está detenida: el precio medio del kilo de pescado subastado en 2013 era de 0,6 euros, el mismo que se registraba en el año 2007. Mientras el coste de la vida se ha encarecido, la fuente de ingresos de los arrantzales se ha quedado estancada.
Respecto a las especies que se ponen a subasta en las lonjas, las sardinas, las anchoas y los chicharros representan la mitad de las mismas. Son precisamente las anchoas, con 9.700 toneladas puestas a la venta en 2013 las que encabezan la lista desde que acabó la prohibición de su pesca. Asimismo las capturas de chicharro han crecido enormemente en los últimos años, de las 2.300 toneladas puesta a subasta en 2007 se ha pasado a las 6.400 en el año 2013. En cambio, las capturas de cimarrón y besugo han tomado el camino contrario, y prácticamente han desaparecido de las lonjas.
Según cada puerto, son diferentes las especies que entran en ellos. Así, un tercio de las anchoas capturadas se venden en el puerto de Ondarroa y algo más de otro tercio en el de Getaria. Asimismo más de la mitad del chicharro pescado entra por el puerto de Ondarroa, mientras que dos tercios de la merluza y la escasa pesca de cimarrón entra al puerto de Ziburu.
La situación del sector pesquero ha sido precisamente el tema abordado por el coordinador de Gaindegia, Imanol Esnaola, en el programa de ETB1 Azpimarra.
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