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El observatorio

GAINDEGIA, Observatorio para el desarrollo socio-económico de Euskal Herria

Los agentes socio-económicos propios de Euskal Herria, seamos empresarios, profesionales, sindicalistas, universitarios, informadores, y en general los agentes del mundo socio-laboral, queremos hacer un seguimiento atento al profundo proceso de cambio que está experimentando nuestro entorno. Pero además queremos ser partícipes de ese proceso.

Quienes promovemos GAINDEGIA no pretendemos sustituir ni a nadie ni a nada, sino llenar un vacio existente. Los cambios que se están sucendiendo en el ámplio medio socio-económico de Euskal Herria nos afectan directamente y es por ello que queremos ejercer de protagonistas en ese proceso. Desde la revolución industrial de antaño hasta la expansión masiva de las nuevas tecnologias de la información y el conocimiento, el paisaje socio-económico de Euskal Herria se ha transformado radicalmente. El desmantelamiento industrial que sufríamos y sufrimos aún hoy; la veloz evolución de las industrias relacionadas con la lengua y la cultura; la expansión sin pausa de los medios de transporte; el crecimiento del consumo; el proceso imparable de envejecimiento de la población; la llegada de inmigrantes y los problemas de integración; o la degradación del medio natural, son, entre otros, algunos de los problemas que condicionan la vertebración y el desarrollo de Euskal Herria.

En este pueblo de más de tres millones de habitantes, desde Atharratze a Turtzioz, de Labastida a Gixune o desde Hondarribia a Ablitas las tierras, las industrias, las hablas y los paisajes son variados. A pesar de su pequeña dimensión, la heterogeneidad caracteriza a Euskal Herria, y desde GAINDEGIA quisiéramos destacar y fortalecer su carácter, como pueblo que es.

La construcción europea y la mundialización influyen directamente en el devenir de Euskal Herria. Estamos avanzando desde la que fuera Unión Económica Europea hacia una nueva forma de organización política y social. Este rincón del Eje Atlántico no es más que una pequeña pieza dentro del modelo de desarrollo que están diseñando los principales estados de la Unión. Euskal Herria ha sido lugar de paso natural entre la península Ibérica y el continente Europeo. Esta ubicación ha influído de manera significativa en nuestra historia. Hemos sido un crisol de culturas y lenguas, sin que por ello hayamos dejado de ser lo que somos. Nuestra economía y nuestro desarrollo social están íntimamente ligados a ese paso. Hemos conseguido que el mar llegue a ser un espacio abierto y una fuente de riqueza, más que un impedimento para nuestro desarrollo. Las mayoría de las veces hemos llegado a obtener beneficios de nuestra situación.

Sea como fuere, estamos inmersos en una coyuntura de profundos cambios. Está en juego nuestra forma de participar en este mundo tan interdependiente. Sabemos que la situación no es sencilla, ¿pero cuándo hemos disfrutado de una coyuntura fácil? Hemos de analizar nuestras limitaciones y nuestras debilidades, pero no para desistir. Resulta estéril responsabilizar de nuestros males a los demás, a la difícil situación, a los extranjeros, a los gobernantes. Si lo que está mal nos lo han impuesto, no van a ser otros quienes lo solucionen. Eso se puede dar por hecho, si no somos nosotros quienes nos esforcemos en cambiarlo. En esta conyuntura tan variable, hay una característica que hemos de hacer nuestra cuanto antes, la de unirnos para cooperar. La cohesión y el "auzolan" (trabajo en equipo) serán las claves de nuestro desarrollo durante los próximos años. En la nueva sociedad de Euskal Herria la información, la formación, la transferencia tecnológica, el contínuo intercambio de ideas y la capacidad de transformación serán fundamentales para el desarrollo socio-económico. Es por ello que será decisivo para el futuro de nuestro pueblo lo que hagamos los agentes socio-económicos.